A donde vamos...

Domingo 13 de junio

Les explicó el asunto, dando testimonio cabal respecto al reino de Dios (Hech. 28:23).

Aunque Pablo ayudó a muchas personas a aceptar el cristianismo, el efecto de su predicación llegó mucho más lejos. Lo mismo sucede en nuestro caso. Todos nos esforzamos por predicar de casa en casa con regularidad y llegar al mayor número posible de personas. Hablamos de las buenas nuevas con familiares, vecinos y compañeros de trabajo y de estudios. ¿Vemos siempre de inmediato el fruto de nuestra labor? En algunos casos sí, pero en otros la semilla de la verdad podría quedar latente y tras algún tiempo echar raíces en el corazón y fructificar. Además, la gente a la que predicamos podría hablar con otras personas de lo que le dijimos, de nuestras creencias o de nuestra conducta. Tal como Pablo no supo exactamente los resultados que había obtenido en “el distrito de Asia”, tal vez nunca nos enteremos de todo lo que logra nuestra predicación (Hech. 19:10; 23:11). ¡Qué importante es, entonces, que sigamos predicando! w08 15/12 4:13, 16 - Tomado de Examinando las escrituras diariamente, editado y publicado por los testigos de Jehová.

Cierto día comente esto con mis amigos, después de meditarlo un rato, llegue a una conclusión, no es simplemente hablar, es no tener miedo de mostrar lo que llena tu corazón. Así como uno habla de las cosas que lo apasionan, habla de fútbol, en fin, de tantas cosas cotidianas, porque no hablar de aquello que te llena de vida, que te enriquece el alma y reconforta el corazón.

Muchas veces nos avergonzamos de vernos diferentes, de no pensar igual, de no ser del común, pero ¿que puede hacer el hombre?, la respuesta es sencilla, NADA. Ante todo lo mas importante es fortalecer la espiritualidad, defender la verdad, resguardarse en la lógica, cuidar las cosas que promueven la justicia y ante todo crecer en el amor. Satanas siempre estará en búsqueda de ablandar nuestro espíritu, de desmoronarnos y cansarnos con la falsedad y la hipocresía, pero si estamos conscientemente hablando de lo linda que es la vida y amando a nuestro amoroso padre Jehova, ese tipo de cosas nos resbalaran y no dañara nuestro corazón.

Mi reflexión de hoy es corta, no me cansare de darla a mis amigos, llevo mucho tiempo de no hacerlo, sin embargo, no dudemos nunca en manifestar lo que tenemos en nuestra mente y corazón.